Redacción: Juan Betancourt
Más allá de una ruptura amorosa que lo llevó a sacar el mejor disco de su carrera hasta el momento, C. Tangana ha logrado (aunque discutido) enamorar a más de uno con su puesta en el escenario.
Y es que no sabemos bien lo que es, pero algo tiene, y lo hace muy bien. Muy cabaretezco, y como si de un musical se tratase, el “Sin Cantar ni Afinar Tour” nos lleva a los rincones más íntimos de España y de América Latina.
Pero… ¿A qué suena? Tampoco lo podemos definir, si tuviéramos que morir en el intento de hacerlo, diríamos que está formado por una base sólida de trap, con mezclas clásicas de flamenco, bachata, corrido e incluso rock.
Y es que es así, un show tan irrevente y bohemio compuesto por más de 30 personas en el escenario, mismos que acompañan a Antón durante el recorrido musical, que entre cuerdas, percusiones, vocales y performance te atrapa con cada canción que se va presentando.
Poco después de las 21:00 hrs, dió inicio el espectáculo, con una ráfaga de luces y dejando caer un telón en el escenario, “Puchito”, como sus fans con cariño lo llaman, saltó al escenario con la marcha “El Milagro”, seguido en automático de “Still Rapping», trap puro, y lo suficientemente duro como para poner a poner a saltar a todos los asistentes.
“El Madrileño” hacía su aparición, siendo “Te Olvidaste” la primera en sonar, seguida de “Cambia!”, junto a Adriel Favéla, ídolo de muchos seguidores de los populares «corridos tumbados», y, para seguir consagrando la noche de invitados, Ed Maverick se subía a la velada, para interpretar “Párteme la Cara”.
Entre más canciones sonaban, la euforia de los asistentes se acrecentaba, recurso que el artista sabe explotar de manera perfecta al incorporar “Ateo”, una bachata sensual idónea para el momento del concierto.
Siguiendo el recorrido de la noche, “Demasiadas Mujeres” uno de los temas más conocidos de Tangana, ponía a brincar a todos los presentes, sólo para abrir camino a su versión “Sabor a Mí”, homenaje al querido trío Los Panchos.
Uno a estas alturas del concierto puede llegar a pensar, ‘Ya no hay mas’, pero, la verdad, es que sí que lo hay, pues “Llorando en la Limo” y “Muriendo de Envidia” fueron otro golpe más de adrenalina que C. Tangana propinó a sus seguidores, sólo para mínimamente bajar los decibeles, pero, llegar a iluminar al Palacio de los Deportes con “Nunca Estoy”.
Llegando a la recta final, y como postres, la interpretación de “Antes de Morirme”, tema compuesto junto a su ex-pareja, Rosalía, rozó las emociones más sensibles de los asistentes, y, por si no hubiese sido bastante, “Tú Me Dejaste de Querer” dió continuidad al mar de sentimientos en el que se nadaba.
Ésto último, sólo para volver al espectacular cierre del concierto, donde Puchito armó una verdadera y completa bailadera al interpretar “Suavemente” de Elvis Crespo, para después poner a cierre a la noche con un par de temas más.
Puede ser completamente criticado y poco entendido por muchos, pero Antón tiene muy en claro lo que quiere hacer de su trabajo hoy en día, dejando la vara muy alta para su próximo trabajo discografíco, y bien, sus futuros espectáculos, en realidad, una experiencia que todos deberían vivir por lo menos una vez en la vida.
