El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida aunque puede que en realidad solo sea amor: todo el amor que quieres dar, pero no puedes. Todo ese amor no gastado que se acumula en las cuencas de tus ojos, que te hace un nudo en la garganta y te oprime el pecho. El duelo es solo amor sin un lugar a donde ir. Tal vez ese amor a la deriva desesperado buscando la paz haya encontrado su cobijo momentáneo en esta canción.
«El Duelo” es una canción de contundente base rítmica, incluso bailable, con bajos marciales y crudos, guitarras crujientes y poderosas y sintetizadores analógicos que crean esa atmósfera que conecta la trayectoria de la banda con los sonidos de los grupos que sonaban en las discotecas valencianas de los 80 y que fueron parte de su educación musical.
Fue grabada, mezclada y producida por Luis Martínez en los Little Canyon Studios de L’Eliana durante el invierno de 2024 y masterizada por Víctor García en Ultramarinos Barcelona. Cuenta con las colaboraciones de Eduardo Martínez a los sintetizadores y percusiones y Endika Martín al piano y los teclados. La portada es de Nacho Pérez Rubio de NPR Studio sobre una fotografía analógica de Pau Roca.
Christmas Eve at the Grave – Otto Hesselbom
«El Duelo” es una canción que Jorge, vocalista de la formación, compone tras el fallecimiento de sus suegros. Leyendo sobre el duelo y a partir de unas palabras del escritor Jamie Anderson que encuentra en la red (“…el duelo es solo amor sin un lugar a donde ir…”) viene de golpe la letra, inspirada también por la potente imagen del cuadro Christmas Eve at the Grave de Otto Hesselbom. Todo el amor y el agradecimiento que por nuestros seres queridos profesamos busca un lugar a donde ir, y así lo narra el propio autor:
«Escribo estas líneas el día en que se pone a la venta la casa de mis suegros. La hemos estado vaciando en los últimos meses y se ha quedado tan vacía como nosotros tras su pérdida. Busco en el móvil las notas de voz en las que guardé las melodías de “EL DUELO”. Compruebo que se grabaron el 12 de julio de 2022 en el apartamento de la playa de Dénia que cada verano solemos alquilar para pasar un par de semanas de julio. Allí suelo rasgar mi guitarra bajo la sombra que me ofrecen las palmeras del jardín mientras escucho a la muchachada chapotear en la piscina comunitaria. Grabo las melodías que se me van ocurriendo en notas que voy almacenando en el móvil y a partir de estas comienzo luego a componer canciones. Veo que antes de esa fecha me había pasado seis meses sin componer nada. De alguna manera me sentía noqueado y abatido por los sucesos que estaban golpeando a nuestra familia. En el lapso de apenas un año hemos perdido a dos personas capitales en nuestras vidas. Mis suegros enfermaron y se fueron apagando prácticamente juntos, tal cual habían vivido. En un corto intervalo de tiempo se nos fueron ambos y eso nos ha dejado una profunda huella y un duelo que a día de hoy todavía no se ha resuelto del todo.» Jorge Martí