La noche del 12 de octubre Simple Plan logró que el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes se vistió de negro principalmente, con algunos tintes neón y muchas rostros con delineados que se ven descuidados tal y como se usaban hace un par de años.
Con un inigualable recorrido por sus éxitos la banda liderada por el canadiense Pierre Bouvier logó juntar en un solo lugar a varias generaciones, aunque en su mayoría eran 30teenagers y quizás hasta de 40 quienes vivieron en carne propia la época del skate, el fleco emo, las bermudas con tenis anchos y hasta esa sensación de que nadie te comprende, que casualmente puede llegar a repetirse durante las crisis de edad.
El power de Simple Plan se dejó ver con la apertura de su show interpretando I’d Do Anything, siguiendo con Shut up! para después poner a brincar a los asistentes con Jump, canción con la cual hasta el dolor de rodillas se nos olvidó ante la emoción de ver nuevamente a la banda que hizo mejor nuestra adolescencia.
Jet Lag, Your Love is a Lie y Addicted siguieron en el repertorio de los canadienses quienes tampoco paraban de brincar y animar a su público como si no hubieran pasado más de 20 años de que se ganaron nuestros corazones.
Welcome to my life y Summer Paradise fueron otros de los temas que retumbaron en el Pabellón Oeste, para dar paso más tarde a temas como What’s New Scooby Doo?, I’m Just a Kid, Wonderwall y finalmente cerrar la noche con Perfect.